lunes, 29 de diciembre de 2008

Algo sobre mi y ejecución pública número uno

Vale, no hace falta que me lo digáis, si, lo sé, soy idéntico al extra número quinientos cincuenta y seis de la película Salvad al Soldado Ryan.

En la imagen he puesto el único fotograma de la peli en donde se le puede ver. Al principio la gente me miraba con cara extrañeza por al calle, hasta que descubrí que era porque me tomaban por él. A veces iba a un bar a tomarme un café y notaba como el barman me clavaba la mirada, hasta que finalmente tenia que decirle, “Que sí, que soy idéntico al extra numero quinientos cincuenta y seis de Salvad al Soldado Ryan” lo cual levantaba una sonrisa al barman quien me invitaba a su mejor whisky.

Entraba a las discotecas gratis haciéndome pasar por él y las fans me hacían firmarle autógrafos en los pechos. Esta claro ¿Quién no querría ser el extra numero quinientos cincuenta y seis del Salvad al Soldado Ryan? Pero con el tiempo empezó a cansarme. No era capaz de entrar ni en una biblioteca sin que todos empezaran a aplaudir y a pedirme que hiciera la famosa entrada en la playa, así que no me quedaba más remedio que saltar sobre las estanterías con un lanzallamas.

Llegué a perder la cabeza, no lo soportaba más. Hasta que un día en un ataque de nervios exploté con estrés militar postraumático a lo John Rambo. Fui a una tienda de armas, compré un fusíl y decidí cargarme al primero que me cruzase por la calle y me confundiera con el extra numero quinientos cincuenta y seis de Salvad al Soldado Ryan. Entonces me encontré con una pareja de turistas portugueses. El hombre me miró atónito “¡Mira cariño es el extra numero quinientos cincuenta y seis de Salvad al Soldado Ryan!” Levante mi arma y le apunté “Mirad, pero si lleva el fusíl con el que entro en Normandía. Sácame una foto con él haciendo que me dispara. Yo fingiré que soy un nazi cabreado” Entonces le dispare en la rodilla haciéndole caer desplomado “Mira cariño, soy un héroe de cine, esta foto se la enviaremos a tus padres” Le disparé en el hombro “¡Guagu! Como duele ¿os hicieron pasar todo esto durante el rodaje? Le dispare de nuevo. El hombre agonizante me hizo un ademán para que me acercara, quería decirme algo. Abrió la boca mientras un chorro de sangre brotaba de ella “Antes de morir quiero que me digas una cosa…¿Tom Hanks es tan simpático como parece en el cine?” y cayó muerto.

En ese momento una limosina se paró cerca de mí. Se abrió la puerta y de ella salió Steven Spielberg “¡Por fin te encuentro extra numero quinientos cincuenta y seis! Voy a hacer “Salvad al soldado Ryan 2. La lucha por la pensión militar” y eres vital para el rodaje” Cogí y le tiré una granada. Sí amigos míos, Spielberg ha muerto, aunque muchos ya se lo venian venir tras ver Indiana Jones IV. Imagino que ahora estará en el cielo con Kubrick discutiendo a hostias sobre quién jodio realmente el final de Inteligencia Artificial

Con Demi More mola más...

Advertencia:

El siguiente blog es un abrevadero de paranoias y narcisismo injustificado. Juro honrar la memoria de los Monty Pythons, incluso antes de que hayan muerto todos, poner fotografías de escasa resolución y profesar amor absoluto por cuanquier cosa inútil. Este blog no intentará ser util ni brillante, de hecho, intentará ser aún más patético de lo que es.

Y no lo olvideis, no os enfrenteis contra un ninja hawaiano si no estais armados con cocos hasta las cejas o en su detrimento con un AK-47.